No vemos los videojuegos o redes
sociales como un impedimento a la hora de relacionarse, sólo será un
complemento para la educación que deberá estar pautado por el docente.
Además, hay una gran variedad y no
debemos promoverlos como si fuera un tema tabú. Debemos concienciar y alertar a
los alumnos de los peligros que hay fuera y los que el internet conlleva. Por
ejemplo, una red social para comunicarse y que esté adaptada.
Gracias a estos recursos, se trabajan
diferentes estilos de aprendizaje, así como el visual y auditivo.
Por último, establecer que es
imposible que a todos los alumnos les guste todo lo que el profesor planté. Por
eso mismo, debemos tener variedad para mejorar nuestra calidad docente.
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